Columna de opinión: “Clima escolar y salud mental”

En el último tiempo hemos sido testigos de cómo la salud mental ha sido relevada en todo el mundo, nuestro país no ha sido la excepción con una prevalencia prepandemia del 16,5% entre alumnos de entre 12 y 18 años.

En la postpandemia y en el ámbito escolar se observó un incremento exponencial de síntomas de salud mental (casi un 27% de adolescentes con síntomas ansiosos), lo que ha movilizado a las autoridades de MINEDUC, así como a directivos y docentes de las diversas instituciones educativas, a buscar estrategias que favorezcan y logren recuperar la salud integral de sus estudiantes.

Desafortunadamente, conductas de autoagresión, agresión a otros, depresión, problemas de la conducta alimentaria e intentos de suicidio han saturado los servicios de salud mental públicos y privados, generando largas listas de espera que han perpetuado el deterioro de la salud global de los estudiantes y el clima escolar en las aulas del país.

En este escenario y de manera progresiva muchos colegios y escuelas han implementado protocolos para enfrentar situaciones de urgencia de salud mental y de manejo de los no urgentes, muchas veces de manera paralela con profesionales de la salud y sin una coordinación intersectorial. Sin embargo, los esfuerzos no siempre son percibidos por sus estudiantes y su comunidad.

Desde CIAN UFRO y en colaboración con PROENTA UFRO y colegios de la región, se ha realizado una investigación, evaluando, remotamente, los riesgos de síntomas de salud mental en adolescentes y jóvenes de entre 12 a 21 años para obtener datos locales que den soporte a las políticas públicas de la región y del país.

En este contexto, el trabajo del psiquiatra infanto-adolescente Nicolás Salazar, mostró evidencia científica que explica que no solo importan las medidas que tome el establecimiento educacional, sino que también importa que el estudiante adolescente perciba, conscientemente, este apoyo y los esfuerzos que está haciendo para obtener mejores índices en su bienestar y salud mental. Esto resulta fundamental para escuelas, liceos y colegios a la hora de invertir recursos y estrategias en fomentar la salud de sus pupilos, en un mundo con recursos limitados y donde resulta urgente hacer comunidad en un ambiente de respeto e inclusión de cada una/o de sus integrantes, tener medidas basadas en evidencia es un camino virtuoso hacia una mejor calidad de vida de todos.

 

MD Mg Sandra Venegas González

Psiquiatra Infantojuvenil – Magister Neurociencias

Profesor Asistente, Departamento Psiquiatria y Salud Mental

Universidad de La Frontera